Huesos ilustres
Fotografías: Juan Fernando Ospina
Hasta bien entrado el siglo XX, en Medellín como en todo el mundo católico, las bendiciones y las indulgencias se negociaban en bloque o al menudeo, como si se tratara de metros de percal, y las familias prestantes podían evitar el purgatorio reservando un buen lugar en las catacumbas de La Candelaria, la Catedral Metropolitana o la iglesia de San José. Ya nadie recuerda el panteón de los ilustres de la villa. Tres visitas lapidarias.