—¡Claro, acaso son los maridos de uno para que se pongan a voliarle a uno ja, ja, ja, qué pasa pues!, acaso es la tripa de uno, ellos son ahí encima y uno es pensando en los veinte mil ja, ja, ja.
—¿Hay peleas entre ustedes por los clientes?
—A uno le da rabia que una amiga sepa que uno tiene un clientecito bueno y cuando él viene y pregunta por uno, ellas se van con él sabiendo cómo son las vueltas. Sí, aquí se ve mucha rivalidad.
—¿Ustedes escogen los clientes o se van con cualquiera, supongamos que venga un viejito, le dicen que no?
—¿Cómo se le ocurre? Si los viejitos son los que sueltan. Depende también como le vea uno el vestuario, uno tampoco se va a tirar con cualquiera, los viejitos son los más llamativos porque son los que más dan. A ellos no se les para y dan la plata güevonamente ja, ja, ja, entre más viejo mejor.
—¿Trabajan todos los días?
—Todos los días, de domingo a domingo, en semana hasta las siete de la noche, yo los sábados trabajo hasta la una de la mañana y los domingos hasta las cinco de la tarde.
—¿Tus amigos y tu familia qué te dicen porque estás trabajando en esto?
—A uno sí le da pena, cuando pasan los conocidos del barrio a uno le da ganas de abrir un hueco y meterse en la tierra, sí, de verdad que a uno sí le da pena, pero toca dar cara y palante, aunque repito, da mucha pena, es un trabajo vergonzoso.
—¿Algún día les ha tocado irse en blanco, sin tener ninguna relación?
—Uff y mucho, pero no, al otro día con moral, vuelva y madrugue, qué pasa pues, si no fue ese día, será otro, y así. Cuando a uno le va bien guarda, ahorra, para tener comidita en la casa el día que no se hizo nada.
—¿Tienen hoteles fijos?
—Sí, yo tengo tres hoteles, a veces vienen manes y le dicen a uno que para otro hotel, uno los detalla bien, no sea que lo vayan a matar a uno por allá.
—¿Les ha tocado abortar?
—No, ¡Dios mío! ¡Qué cosa más horrible! Además soy operada, y muchas planifican con pastillas, con inyecciones y así.
—A veces uno quiere desahogarse, por eso vine, lo que quiero es que ustedes se desahoguen, es una entrevista espontánea, donde me pueden decir lo que quieran, cuando no quieran más me dicen y lo dejamos, ¿tienen algo más para decir?
—Que qué hijueputa vida más aburridora ja, ja, ja, esto no es vida, lo hacemos por necesidad, ¿o a usted le parece muy bonito que todo el mundo le esté conociendo a uno la cuca?, eso no es así mijo, óigalo, lo hacemos porque no hay nada más, porque no tenemos estudios, porque no tenemos otras opciones laborales.
—¿Se han ido con clientes de un día para otro?
—Sí, una vez vino un gringo y me fui con el toda la noche, me dio doscientos mil pesos. También mira uno cómo ha estado el día, si ha habido movimiento, uno no se va; si ha estado frío sí, aunque uno la piensa dos veces, pero después se va uno, qué carajos, la necesidad lo obliga a uno.
—¿Se han ido con dos hombres a la vez, o alguno se ha ido con dos de ustedes también a la vez?
—Sí, pero nosotras no arepiamos, vamos si estamos entre nosotras, de resto no, o a veces ¿ vienen y nos pagan para que arepiemos mientras ellos nos ven, pero por lo general son manes que vienen tomados, entonces nosotras nos hacemos las güevonas como si estuviéramos arepiando pero no, nosotras no arepiamos.
—¿Les ha tocado robar a algún cliente?
—Sí, yo sí, a mí el que me da papaya mijo, salió.
—¿Cuál es el mejor sitio para trabajar la prostitución en Medellín?
—Nosotras siempre hemos experimentado acá, no hemos ido al Raudal ni a otros lados, no salimos de acá porque hay otras partes más peligrosas, usted sabe que cada quien cuida su zona, se va uno para otro lado y lo salen es matando por güevón... ¡Oiga pero usted es muy curioso, muy preguntón, camine para la pieza para que experimente, camine ja, ja, ja! Allá le calmo la curiosidad.
—¿Ustedes hacen de todo, hacen todo lo que el cliente les pida?
—Nosotras no damos culo ni lo mamamos sin condón, al que le gusta bien, y al que no, pues no va uno y ya, los que vienen a pedir culo, los mandamos para Bolívar.
—¿Ustedes sienten o no, mejor dicho, ustedes tienen orgasmos o no?
—Hay veces mijo, hay veces, uno acaso está muerto, hay clientes que lo hacen venir a uno, desde que le voleen bien, desde que se le meneen bien a uno, ay mijo, avemaría, hay manes que lo hacen rico, pero no se les puede decir, porque terminan es cobrándole a uno ja, ja, ja… Bueno mijo, pase pues a ver la marmaja, aquí les habló, Gladis, Lina y Marisol, ja, ja, ja.
¿Será posible que después de que mortal sobre la tierra haya leído esta entrevista siga renegando de su trabajo? No sé, ahí se las dejo, por aquí me quedo esperando el bus, esperando el bus.