Visitantes, curiosos y deudos que han pasado por los jardines y galerías del Museo Cementerio San Pedro seguro han visto la figura de una mujer que yace desconsolada sobre una tumba en el mausoleo dedicado a
José María Amador. La escultura de mármol, finamente hecha para responder tanto a la posición de una familia adinerada como al dolor de la pérdida, es un homenaje a la consumación de un amor que traspasa las barreras de la muerte: el amor
de una madre por su hijo. La mujer en la escultura representa el sentir de doña Lorenza Uribe Lema, esposa del “Burro de Oro”,don Coroliano Amador, padre del difunto.
Esta imagen, tomada por Paulo Emilio Restrepo en 1885 y conservada hoy en la Biblioteca Pública Piloto, se encuentra junto a otras fotografías del mausoleo de José María. Pero esta es especial por el formato estereoscópico. La estereoscopia
consiste en generar la ilusión de volumen y profundidad. Se logra con dos imágenes idénticas, aunque ligeramente distintas en la perspectiva. Deben observarse a través de un visor para que el truco funcione. Palabras más, palabras menos:
estamos ante una fotografía 3D, con gafas incluidas. Paulo Restrepo, fotógrafo pionero del formato estereoscópico en Medellín a finales del siglo XIX, juega con las perspectivas retratando el mausoleo mandado a hacer por doña Lorenza.
Pero la profundidad de este objeto no se limita a la ilusión óptica, sino a la pena de una madre, que trasciende toda realidad de muerte para evidenciar su amor eterno.