Una noche, mientras todos dormían, Marta, de cinco años, se acercó a la cama de su madre y le dijo:
—Mamá, mamá, he hecho pipí, pero no he tirado de la cadena para no despertarte, ¿vale?
El padre de Claudia se agachó para atarle los zapatos, y la niña, de cuatro años, al verle la coronilla sin pelo, exclamó alucinada: —¡Papá, tienes carne en la cabeza!
Una mamá, amiga mía, le dijo a su hijita:
—Amor, buenas noches para ti. Luego se volteó a ver la muñeca que tenía abrazada y agregó: —Lolita, para ti también buenas noches.
Entonces la hijita replicó: —Mami, ella no te escucha porque ¡es una muñeca de plástico!
Pregunta Cipriano, de seis años:
—Mami, si no fueras mi mamá, ¿podrías ser mi novia?
—¿Qué significa ser adoptada?
—preguntó el niño.
Y la niña contestó: —Significa que uno no crece en el vientre de su mamá sino que crece en su corazón.
Ilona, de cuatro años, le dice a su padre:
—Si tuviera que pedir tres deseos, te pediría tres veces.
¿Qué necesitaba saber tu mamá de tu papá antes de casarse con él?
—Su apellido.
—Si quería casarse con ella.
—Pues si tenía trabajo y si le gustaba ir de compras.
¿Por qué se casó tu mamá con tu papá?
—Porque mi papá hace el mejor espagueti del mundo y mi mamá come mucho.
—Porque ya se estaba haciendo vieja.
¿Cuál es la diferencia entre las mamás y los papás?
—Las mamás trabajan en el trabajo y en la casa y los papás solo van al trabajo.
—Las mamás saben hablar con las maestras sin asustarlas.
—Los papás son más altos y fuertes, pero las mamás tienen el verdadero poder porque a ellas les tienes que pedir permiso cuando te quieres quedar a dormir en casa de un amigo.
—Las mamás tienen magia porque ellas te hacen sentir bien sin medicina.
—Yo sé que mi hermana mayor me ama porque ella me da sus vestidos viejos y sale y compra unos nuevos para ella.
Lauren, de cuatro años.
Óscar, de diez años, cuidaba a Henri, de año y medio. De pronto le dice:
—Ah, Henri, feliz tú que tienes toda la vida por delante.
Miguel, hablando de su hermanito menor:
— ¿Martín es sangre negativo?, ¿o sea que tiene muy poquita sangre?
La mamá empieza a preparar a Esteban, de cuatro años, para la llegada de su hermanita.
—Esteban, tengo una noticia importante que darte, ¡vas a tener una hermanita!
—No, yo quiero es un hermanito, ¿con quién hay que hablar?
Y cuando Andrés contestaba el teléfono decía de una buena vez:
—Habla con el hermanito de mi hermanita.
La mamá de Tomás está esperando un bebé. Tomás, de tres años, le da la noticia por teléfono a su abuelita, con este agregado: —Pero tenemos un problema, es una niña.
Un día salimos a comprarle a Ana Sofía los primeros "brasieres principiantes". Cuando su hermanito Juan Pablo los vio casi se traga la lengua del susto. Entonces les pregunta a sus padres: —¿Y es que a Ana ya le van a poner las siliconas?