Desde hace cinco meses, 2.778 Emberá Dóbida y Katío permanecen confinados y desplazados en el Alto Baudó, Chocó. Los Emberá refugiados en las villas de Santa Cecilia de Catrú y Puesto Indio viven una crisis humanitaria. Huyeron de sus tierras por los combates entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas (Urabeños).

No pueden regresar a sus tierras por las minas antipersona que dejaron sembradas los guerrilleros del ELN y por miedo a los actores armados ilegales en su territorio.

De acuerdo con testigos, el 5 de mayo de 2014 doscientos hombres armados llegaron desde Santa Catalina de Catrú hasta un lugar cerca de Nuquí, donde no había presencia militar. A su paso por las comunidades indígenas retuvieron a los Emberá, los utilizaron como guías y luego los liberaron.

El 19 de mayo, camino al río Anguapiragua, donde habitan hombres y mujeres de la comunidad indígena de Cañandó, murió Mauricio Pedroso Chamorro, víctima de una mina quiebrapatas, lo que produjo pánico entre las 27 comunidades Emberá que se desplazaron a Catrú.

*Las fotografías de este reportaje fueron tomadas en agosto de 2014.

 
 
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