| 
               
             
            Adam Zagajewski,                Poemas escogidos, 
             Valencia, Pre-Textos, 2005. 
            Traducción de Elzbieta Bortkiewicz. 
             | 
              | 
            
             "En cierto modo, cada poema es un manifiesto" o parte de un manifiesto. "Un libro es como una Constitución: cada poema es un artículo" dijo en una entrevista en 2002 Adam Zagajewski. Seguro le preguntaba la periodista por su pasado militante en su Polonia natal, y el paulatino abandono de los motivos inmediatos —políticos, sociales— en sus poemas cuando dejó su patria y se fue a vivir a París. Eso fue en la década del ochenta. A partir de allí comenzó a buscar —diría yo que a encontrar— motivos universales en la poesía. Sus poemas, publicados con pulcritud en español por Pre-Textos y Acantilado, deslumbran, o mejor, alumbran. Sus libros en prosa vertidos al español —Dos ciudades y En la belleza ajena— también son poderosos. Es un poeta de talla, como sus compatriotas Czeslaw Milosz y Wislawa Szymborska. Hago una selección breve e injusta de dos libros: Poemas escogidos (PE, traducción de Elzbieta Bortkiewicz, Pre- Textos) y Antenas (A, traducción de Xavier Farré, Acantilado) a manera de invitación a buscar sus libros y leerlos despacio. A releerlos. Como dice uno de los versos suyos que más me gustan, en los libros de Zagajewski "la poesía acecha". 
            ________ 
            Me gustaba imaginarme tus andanzas 
            por los montes de la poesía, la búsqueda de aquel lugar 
            donde el silencio de pronto estalla en habla. 
            (PE) 
            ________ 
            Habla más suave: eres mayor que aquel 
            que fuiste tanto tiempo; eres mayor 
            que tú mismo y sigues sin saber 
            qué es la ausencia, el oro, la poesía. 
            (PE) 
            ________ 
            Justo bajo el muro, donde crecen los negros hierbajos, se escondió la oscuridad. 
            Hay quietud absoluta. Los cabellos del mundo crecen. 
            (PE) 
            ________ 
            Alaba al mundo herido 
            y la pluma gris perdida por un mirlo, 
            y la luz delicada que vaga y desaparece 
            y regresa. 
            (PE) 
             
             | 
              | 
            
             entrar en los subterráneos de tu metro, 
            donde Perséfone murió de añoranza, y en los 
            barrios pobres, donde la virtud y el delito 
            pasean solemnes como Laurel y Hardy, 
            probaré hallar las señas de la tortura y el éxtasis, 
            los últimos jirones de tu vocación, 
            a encontrar este noble canto que escapa 
            de unas manos infantiles hacia arriba, 
            como un globo, probaré a encontrar tu amor, 
            una fracción de tu fe. 
            (A)             
            ________ 
            Murió con diecinueve años. 
            No sabemos si fue bella y coqueta, 
            o si recordaba aquellas muchachas 
            con gafas, secas, inteligentes, 
            ante las que se esconden los espejos. 
            (A) 
            ________ 
            … y los bolsillos 
            de la memoria como una chaqueta de 
            caza en otoño, 
            la periferia de una ciudad animada, un desierto 
            donde nada ocurre, 
            no hay actores famosos, 
            nunca aparece ni un político ni un periodista, 
            pero a veces en el vacío nace de repente la poesía, 
            y empiezas a entender que fue justo aquí donde se 
            detuvo tu 
            infancia… 
            (A) 
            ________ 
            Alrededor de nosotros se extiende la prosa del mundo, 
            y en un ventrículo del corazón, la poesía acecha. 
            (PE)   
             
             |