Los pasajeros habituales estiran la mano con avidez y suben al bus con desgano. Añoran el torniquete como un mal necesario para volver a la casa,
llegar al trabajo o cumplir la cita acordada, pero temen el tedio incómodo del recorrido, los olores y paisajes que ensucian las ventanillas y la rutina.
Universo Centro ha decidido enviar cuatro pasajeros a rutas ajenas a sus afanes. Su tarea era descubrir choferes y vendedores de confites, encontrar lomas y curvas inesperadas, husmear conversaciones y contar tiempos como si fueran despachadores. Pasajeros raros, con los cinco sentidos en la travesía y sus compañeros de viaje, pasajeros que oyen y toman nota en el mundo de los distraídos. El mapa de sus recorridos muestra el zapatico que traza el Circular Sur, el peregrinaje de los turistas encumbrados en el Turibus, las escaladas y descolgadas de quienes llegan hasta lo alto del 13 de Noviembre y el rechinar de acordeón del Metroplús. Sigan hacia atrás, sigan. La registradora no devuelve.