Número 62, febrero 2015

Un paisaje de montaña que se ha repetido durante décadas fue el escenario que eligió Víctor Gaviria para rodar su próxima película, La mujer del animal. Esos reinos donde las cosas apenas comienzan, pero los que mandan tienen años de experiencia. Nueva Jerusalén acoge invasores desde 2005. Y vuelan las cometas, y las balas. Cuatro historias para leer en bajada.

 

Nueva Jerusalén
Rubén Darío Lotero.
Fotografía por el autor.

 
Rubén Darío Lotero
 
 
 
El colgado

Dicen que en el pinar
un cucho se colgó
después del mediodía
fui a verlo
(a distancia)

Tensa la cuerda
como arrodillado
la cabeza caída
el mentón contra el pecho
parecía rezando

El hombre
cuando salió de la casa
les dijo a sus hijos
que se iba a encontrar
con una novia
que se había conseguido

y salió del rancho
por el camino que conduce
a la torre
hasta un pino alto
que hay al otro lado
del alambrado

Dicen que hace una semana
había llegado de nuevo
al barrio
a visitar a sus hijos

y que su mujer
lo había dejado

 
La tempestad

1
En este barrio
la tempestad
hace muchos desastres
cuando llueve así
nosotros pasamos la noche en vela
rezando

Construimos una casa
al borde de la carretera
con cinco millones
que nos prestaron

La casa se vino abajo
yo logré
salir con mis niños
todo lo perdimos
de nuevo

Los muchachos
nos asignaron un lotecito
y allí como pude
construí otra casa

Mi esposo
se fue
ya hace unos meses
lejos
a otra ciudad
dizque a buscar trabajo

Hoy de nuevo
me tocó salir
corriendo con mis hijos
mire el niño
se mantiene mocoso
y con tos

voy a la tienda
a llamar
¿será que él
me habrá enviado
algo del dinero
prometido?

2
Voy hasta el rancho
donde vive Sebastián
el niño-joven que escogieron
como extra
y ahora ayuda
a los de producción

necesitan a ‘Fercho’
su hermano medio
que hizo unas cometas elegantes

para una escena

Sale en pantaloneta
en una hamaca
en el corredor
está Antonio su papito

“No puedo ir ahora
anoche con la tempestad
se nos mojó toda la ropa
también le ahogó tres pollos
a mi mamita
solo nos quedó uno
estoy esperando que abran la tienda
para fiar una camiseta”

 
Osama

Le dicen Osama
es viejo
de cabellera y barba
entre blanca y amarilla
de ojos azules

Lleva dos machetes
y una sierra
colgados como alforjas

aparece afuera de la carpa
instalada cerca de la quebrada
donde en unos minutos
se filmará la escena
de las lavanderas

la carpa a un lado
del camino que todos los días
recorre para bajar y subir
a su casa en la montaña:

“Soy ser de luz
soy un enviado
de las estrellas
soy un extraterrestre

un alma
que ha estado
en cuatro guerras

fui soldado
y ahora
voy por los caminos

mis objetos personales
mis armas
las cargo siempre
no las dejo en casa
pues me las pueden robar

tengo miles de años

todas las mujeres son vírgenes
pues de ellas viene
la humanidad entera
por eso el Cerro Quitasol
lleva la figura de una mujer acostada

no me tengan miedo
soy un ser de paz
los invito a tomar café
en la salita de mi casa
la antigua
allá arriba en la montaña”

UC
 
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