Sady González es conocido como uno de los pioneros de la reportería gráfica en Colombia. Creador, junto con su esposa y compañera de trabajo, Esperanza Uribe, de Foto Sady, la primera empresa independiente de reportería gráfica que existió en el país, donde, además, se formaron otros destacados reporteros gráficos del siglo XX. Sady trabajó con diversos medios de comunicación en los años cuarenta y cincuenta, y a partir de los sesenta fue el fotógrafo de la Presidencia de la República.
El archivo de Sady, organizado por Esperanza, es uno de los más completos que se conserva sobre la segunda mitad del siglo XX en el país. En él se guardan imágenes de la vida social, política, deportiva y del diario vivir en Bogotá y el país entre los años treinta y setenta. También está allí el más completo reportaje gráfico que hizo Sady: el de los trágicos hechos del 9 de abril de 1949, originados por el asesinato del dirigente popular Jorge Eliécer Gaitán.
Los primeros datos sobre trabajos de Sady se remontan a mediados de la década de los treinta, cuando se desempeñó como fotógrafo cedulador. En 1935 se decretó por ley que la cédula era un documento obligatorio electoral y de identificación personal. A Sady lo contrataron para hacer las fotos de las cédulas en zonas rurales de Boyacá, Antioquia y Cundinamarca.
Quienes lo conocieron en aquel tiempo cuentan que, a pesar del ambiente político que se vivía, caracterizado por pugnas partidistas, Sady entablaba fluida relación con liberales o conservadores, gracias a su personalidad abierta y llana. Visitaba pueblos, haciendas, caseríos y rancherías, y en sus ratos libres, a la manera de los grandes etnógrafos, registraba por igual y sin distingos aquellos rostros, lugares y momentos que más lo conmovían.
De esta época provienen varios sobres de negativos, sin datos, encontrados recientemente en el archivo de Sady, que comprenden grupos familiares, escolares, retratos, así como vistas panorámicas de poblaciones.
Lo más importante de este hallazgo son sus primeros retratos, algo totalmente desconocido, que muestran ya su sentido estético de la composición, que desarrollaría más tarde en la reportería gráfica. En uno de ellos se aprecia una familia campesina de los años treinta, imagen en la que Sady cubrió –como en otras de estos tiempos– las paredes de adobe con telas, a la usanza de varios fotógrafos latinoamericanos de aquella época. Así mismo hay fotos de una celebración de comunidades negras –al parecer en la Costa Pacífica–, un impactante retrato del patriarca con sus allegados, así como una imagen en la que se ve a un particular grupo de músicos de pueblo.
Rastros del proceso de crecimiento de un artista que dejó en este legado imágenes de un país y de gentes de otros tiempos; los orígenes de lo que hoy somos, y que ya no existe.
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Para celebrar el centenario de Sady, la Biblioteca Luis Ángel Arango, del Banco de la República, presenta una exposición retrospectiva que estará abierta entre abril y agosto del 2014 en la sede de Bogotá, y luego rotará por las sedes del banco de todo el país. Esta selección de fotografías –inéditas hasta hoy– revela a un fotógrafo obsesionado en montar para su lente complejas puestas en escena. Grupos familiares, maestros y alumnos de escuela rural, domingos de mercado... Retratos que ilustran una época y plasman un incomparable paisaje humano que explica nuestro rico mestizaje. El archivo de Sady pasó de ser un bien particular, cuidado por sus hijos, a convertirse en un legado público como parte de los fondos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, donde en poco tiempo podrá ser consultado. 