Editorial
A veces llegan cartas
En 20 ediciones de vida que tiene UC hemos recibido toda suerte de cartas. En unas nos echan flores, en otras lodo y en otras mierda. Es parte del oficio. Las que cuelgan los lectores en los comentarios de nuestra página web, así echen pestes, ahí se quedan por buen tiempo, pero aquellas que llegan por escrito a nuestro correo, pues obviamente las leemos y en casos especialmente controversiales damos una respuesta privada. Si convirtiéramos a UC en un foro de nunca acabar acabaríamos con el periódico. Por lo extenso y aburridor de algunos reclamos, por su aire de superioridad moral, por sus tics que pretenden cambiar el mundo cambiando la gramática. Y porque las respuestas hay que pensarlas demasiado. Un buen chiste de nuestro pornógrafo de cabecera, un negro que trata de negro al protagonista de su crónica, una pesadez en contra de la corrección política hacen parte de nuestros gustos y nuestra responsabilidad. Lo sentimos por quienes ven una execrable posición editorial detrás de una metáfora.
La explicación para no darle largas al asunto es muy sencilla: en UC pregonamos, defendemos, alcagüetiamos y publicamos ante todo periodismo y letras de autor, un amplio género que va de la crónica ligera al reportaje de profundidad; de la literatura al arte gráfico y de ahí a la fotografía y el cómic; de la noticia escueta a la columna de opinión, todo en uno o por separado, según el real saber y entender del periodista de marras.
Como posición editorial, si se quiere, en UC defendemos la controversia provocativa, la discusión, así como la diversidad, la multiculturalidad, el bi y aún el trisexualismo, hasta la polémica dura que puede rayar con la injuria y la calumnia. Porque nos gustan las imputaciones deshonrosas y el señalamiento desde la tinta un poco antes de la condena penal.
De manera que si una persona, empresa o grupo organizado considera lesionados sus derechos por la posición expresada por cualquiera de nuestros colaboradores, pues les invitamos muy cordialmente a que pergeñen un artículo para ser puesto a consideración del consejo editorial de esta buhardilla periodística.
Vale anotar que los ruidos más estridentes han llegado desde los activismos de los afroamericanos, los tokumbos, los afro sin americanos, los negros, los afrocolombianos, las negritudes; y desde las feministas, las mujeristas, las representantes minoritarias del sexo mayoritario, las evistas… Tristemente nos ha sido imposible publicar sus cartas, están en un idioma tan enardecido que necesitaría la traducción de una negra tranquila, desprevenida, un poco menos rayada por las militancias, la Negra Nieves por decir algo.
Nuestros lectores esperan de UC temas profundos, divertidos y escasos, pero sobre todo bien escritos.
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