Número 21 - Marzo de 2011
Arte Central
Alfonso Posada Modelos para guardar
También sus dueños se preguntan si guardan joyas o escoria. Ocupan un puesto en el parqueadero, con suerte les asignan un número, y empiezan a tomar el mismo tono, una pátina común que vela sus historias y hace que los curiosos abran un ojo en sus ventanas turbias, con el dedo, para asomarse al interior de esa especie de arca. Mientras tanto la legión de lavacarros que vigila los parqueaderos mira con ansia esos tiestos de todos los días, una tentación para su estopa y sus cremas.
Después de 10 años de ver un Dodge Dart encallado en un parqueadero Alfonso Posada decidió a plantarle su cámara al frente. Registro de una escena inmóvil, una de las escasas quietudes que entregan los objetos humanos en las ciudades. Los carros siguieron apareciendo según la nostalgia de los dueños que se resisten o el grillete de los problemas legales. Van tres muestras de un disperso museo de arqueología parking. No están en venta.