Número 82, diciembre 2016

El hombre detrás de El Paquete
Mario Luis Reyes

Danys Cabrera no es el típico empresario de aspecto impecable, cutis perfectamente rasurado y gafas de reluciente armadura; tampoco encaja en el perfil del negociante tropical con cadenas de oro y rostro desafiante. Danys es un joven delgado, intranquilo, con una barba incipiente y una tez risueña propia de un adolescente y no de sus 27 años. Así luce quien, según dice, ocupa el lugar más alto en la jerarquía de El Paquete. Es decir, la matriz, el jefe.

En El Vedado, a unas pocas cuadras del Hotel Cohiba, creció este muchacho quien tuvo una infancia como la de cualquier otro niño cubano. En 2007 Danys comenzó a estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae. Siempre fue bueno en matemáticas y le llamó la atención la informática. Dos años después abandonó la carrera por problemas familiares. Necesitaba comenzar a ganar dinero y consiguió un puesto en el banco como cajero, empleo que le dio la oportunidad de cursar el técnico medio de Contabilidad y Finanzas para trabajadores. El trabajo en el banco y el curso lo prepararon en el manejo de las finanzas. No sabía, por esas fechas, de la existencia de algo llamado El Paquete.

Aburrido del trabajo de cajero pasó a algo más apasionante: administrador de redes en la Cujae. Mientas ejercía su empleo decidió presentarse de nuevo a las pruebas de ingreso para la universidad, pero esta vez a una carrera menos fuerte, que no le impidiera seguir trabajando: Ingeniería Industrial. Actualmente cursa el cuarto año.

Fue en esta coyuntura cuando, de manera fortuita, tuvo el primer encuentro directo con El Paquete. Su suegro conocía a YoePC, el paquetero más importante de La Habana por aquellos años, y este le ofreció trabajo. Aunque con menos tiempo libre, a las órdenes de Yoe ganaría mucho más dinero que administrando redes. Danys aceptó.

Era 2014, y Danys descubrió, de repente, el negocio de la información. Ni siquiera había consumido antes El Paquete, ya que con su puesto en la universidad tenía suficiente acceso a internet para satisfacer sus necesidades de información. Precisamente aquel puesto en la Cujae le permitió acumular conocimientos acerca de la red de redes que luego resultaron vitales para su actual negocio.

En el trabajo con YoePC Danys aprendió rápidamente lo necesario para convertirse en la mano derecha de su jefe: “Yo era quien armaba El Paquete, los clientes contactaban conmigo, los proveedores me entregaban la información a mí”, dice. “Yoe me fue dando cada vez más responsabilidad. Finalmente, yo lo hacía todo. Le estoy muy agradecido porque esos conocimientos los estoy aplicando ahora. Él funcionaba como un gerente. Era quien tenía el dinero para invertir y la infraestructura tecnológica; también contaba con una amplia red de empleados y proveedores. Su función era revisar el producto terminado; si faltaba algo, salía a buscarlo”. El 24 de diciembre de 2014, exactamente una semana después de que Obama y Raúl sorprendieran a todos anunciando el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, Danys recibiría una noticia más impactante aún. YoePC se retiraba del negocio. Horas antes de la nochebuena, Danys quedaba desempleado. “Se retiró por problemas personales y otras cosas que no puedo mencionar. Para mí fue un golpe muy fuerte, me quedé sin trabajo de repente; yo estaba estudiando. Mi suegro me apoyó mucho en ese momento. Me incitó a tomar las riendas de El Paquete”. Danys tenía todos los contactos de su exjefe: proveedores de material audiovisual, distribuidores, mensajeros. También conocía a los clientes más importantes. No poseía el dinero para lanzarse, pero entre varios amigos le prestaron lo que necesitaba. El 8 de enero de 2015, tras dos semanas sin El Paquete en Cuba, Danys llamó a todos los clientes: el lunes 12 debían presentarse en su casa a buscar su paquete. Danys, en ese momento, solo contaba con un portátil.

El Paquete Semanal, como se conoce popularmente este producto en Cuba, es un compendio de audiovisuales, música, revistas, juegos y aplicaciones, entre otros productos multimedia, que se distribuye a través de discos duros y tiene clientes en cada ciudad y cada calle del país. Además, en los últimos años se ha convertido en obsesión de investigadores, periodistas y académicos.

Este negocio surgió en Cuba a finales de la década pasada, pero no de la forma en que lo conocemos actualmente. Por aquella época El Paquete solo tenía entre 50 y 100 GB. Sus principales compradores eran los vendedores de discos, también los dueños de bancos de películas. El Paquete se confeccionaba en el formato de combos, casi en desuso en la actualidad. Esto traía como consecuencia que las series en transmisión no se actualizaran en tiempo real, sino cuando acababa la temporada, momento en que se confeccionaba un DVD con la serie en cuestión.

Danys ha estado en la agenda de diversos medios importantes en sus visitas a Cuba. Shane Smith, fundador de la popular revista Vice, lo seleccionó como protagonista del único capítulo en Cuba que hasta el momento ha rodado el serial de televisión que, producido por HBO, realiza su revista.

Ahora, en el verano de 2016, Danys se presenta como el jefe de DeltaVision, nombre que le ha dado al paquete que comercializa. En su tarjeta de presentación, justo sobre DeltaVision, se lee: Matriz del Paquete Semanal.
—¿Pero es DeltaVisión la única matriz?
—Existen otras matrices, personas que se han hecho de muchos clientes y se han declarado como matriz, pero la información real es de nosotros. Hay quienes con cien clientes se consideran matriz, me pagan buen dinero para estar a mi nivel, y por mí no hay problema, pero si les cierro la llave, se mueren. Mucha gente depende de nosotros, arman lo suyo a partir del nuestro. Tenemos muchas sucursales, y les conviene decir que el paquete que tienen es el de Danys. Yo prefiero trabajar con menos clientes que me paguen bien que con muchos que me paguen menos. Es menos trabajo, menos llamadas, menos molestias…

DeltaVision tiene clientes en todas las provincias de Cuba, incluso en la Isla de la Juventud. Mientras converso con Danys, estos lo llaman varias veces, entre ellos el distribuidor de El Paquete en Las Tunas, que no ha recibido el número de la guagua en la que va el disco externo hacia allá.

En la actualidad El Paquete se distribuye cada día a casi todas las provincias a través de guaguas que salen de la terminal de ómnibus de la capital. En el caso de la región oriental y la Isla de la Juventud se envía por avión. Antiguamente se enviaba solo los lunes, pero la información envejecía demasiado rápido. La versión diaria pesa poco más de 100 GB; con la suma de dichos envíos, y algo más, se conforma El Paquete Semanal.

Fotografía Fernando Medina / Cachivache Media 

 
Fotografía Fernando Medina / Cachivache Media
Fotografía Fernando Medina / Cachivache Media
 

—¿Bajo qué criterio se seleccionan los contenidos que aparecen en El Paquete?
—Nosotros tenemos un filtro, una persona que se dedica a analizar lo que se baja de internet, incluyendo series, revistas, programas televisivos, shows, documentales. Todo eso se filtra, es un trabajo bastante delicado. Casi todo lo que se pone en internet nosotros lo ponemos. Las series, por ejemplo, todas son buenas; no hay problemas con las series, con las películas, con los documentales.
—¿Problemas en qué sentido?
—En la parte política. Hay series que son eróticas, pero eso no tiene que ver porque al final es cultura, se puede deslizar; es como las de homosexualismo, que ya es una cosa normal. Eso sí, nada de pornografía, porque la pornografía no tiene nada que ver con el erotismo, son cosas diferentes. Para lo que tenemos más filtro es para los shows, para los canales norteamericanos que sí tiran mucho para acá, que empiezan a hablar mal de Cuba, de Fidel, de Raúl. Nosotros esos programas los ponemos, porque el cubano los consume, pero si empiezan a hablar algo mal lo cortamos, y si está muy fuerte, no ponemos el programa. Esa es la explicación para las personas: no se puso el programa del día porque hubo temas políticos que no se deben poner. El cubano siempre quiere enterarse de eso, pero nosotros no nos podemos meter; si quieren verlo, que sea por otro medio.

Diariamente, a las 2:00 a.m., todo el contenido tiene que estar en casa de Danys, que es el centro de operaciones, para copiarlo a los discos duros. A las 4:00 a.m., cuando sale la primera guagua para provincia, El Paquete debe estar listo y rumbo a sus consumidores.

El equipo de DeltaVision no es muy grande, y no hay profesionalización ninguna entre sus miembros. Todos han aprendido a realizar sus funciones sobre la marcha. El team lo componen Danys, quien arma El Paquete y descarga series, novelas, películas; otra persona que se dedica a capturar los shows, animados y documentales; otro que filtra; y alguien más que edita los segmentos que no deben salir. Además de este núcleo, están los mensajeros y los distribuidores.
—¿Cómo consiguen los contenidos?
—Todo se baja de internet; no usamos la conexión wifi porque es muy lenta, necesitamos más velocidad. Vamos a lugares que no te puedo decir, en los que es más rápida la conexión. De no ser así, no se podría trabajar a diario. Algunos contenidos cubanos muy nuevos, como la música y videoclips, que no están en internet, nos los traen proveedores: Elio, el Transportador, es uno de ellos. A veces los propios artistas van a la casa a llevarnos la información. Algunos shows latinoamericanos, o algunos animados, sí tenemos que descargarlos del satélite, porque no están en internet.

En lo que lleva de carrera, Danys ha tenido que pedir dos licencias estudiantiles por el tiempo que invierte en su negocio. Normalmente pasa casi todo el día trabajando, y no puede dormir hasta que El Paquete está armado y listo para salir hacia sus destinos. Las pocas horas libres que tiene las dedica a su novia, con quien vive en un apartamento en Centro Habana. Él mismo casi no puede consumir su producto, salvo alguna película puntual o su serie favorita: Game of thrones.

Danys no ha comprendido, en cierto modo, la trascendencia de su negocio, la influencia que tiene en la sociedad. Él sabe que es próspero, que es popular, pero no se percata –por más que hayan ocurrido tantos debates en torno a ello, por más que diversas figuras públicas expresen su preocupación sobre el asunto en la televisión, por más que varios estudiantes universitarios lo seleccionen para sus tesis investigativas– de la diferencia que hay entre El Paquete y otros tipos de empresas: peluquerías, restaurantes, gimnasios o tiendas. A veces da la impresión de que Danys cree que su trabajo no tiene otras implicaciones.

Para Danys, el criterio de selección de los contenidos es muy simple: “Nosotros ponemos todo lo que está en transmisión. Lo que no ponemos es porque no está a nuestro alcance”. Además, mediante la dirección de correo audiovisualesfullhd@gmail.com, los consumidores pueden enviar sus inquietudes y necesidades. En DeltaVisión se conforman con ese sistema. Nunca han intentado ir más allá, nunca han intentado estudios de audiencia ni nada por el estilo.

Precisamente la selección de los contenidos que aparecen en El Paquete es una de las preocupaciones compartida por sectores gubernamentales e intelectuales del país. Sin pretenderlo, o peor, sin ser consciente de ello, DeltaVision puede tener un peso similar al del Instituto Cubano de Radio y Televisión(ICRT) en el consumo cultural del pueblo cubano. Sin embargo, el criterio de selección de sus contenidos sigue siendo una incógnita para la mayoría de los cubanos.
—¿Qué responsabilidad supone ser el jefe de El Paquete?
—Es una responsabilidad bastante grande. Nuestro trabajo tiene que ser cada vez mejor. Tenemos mucha exigencia. Una vez que le enseñas a la población una cosa, no se la puedes quitar. Muchos conocen el calendario de las series, y cuando no aparece alguna, piden explicaciones. Nosotros les informamos a los clientes cuando no sale un contenido, si no sabes el por qué tienes que inventar algo lógico.
—¿Qué importancia le confieres a El Paquete en Cuba?
—Nosotros trabajamos sin pensar que somos una gran empresa, pero El Paquete ha revolucionado la información en este país. Todo lo que estaba oculto o tapiñado El Paquete lo ha sacado a la luz, y como son cosas reales, es bueno. Ha influido mucho en la información y en el entretenimiento. Yo considero que más del noventa por ciento de la población cubana consume El Paquete. Es un canal de televisión, es el internet de Cuba. Cada cual decide qué ver y cuándo verlo, por eso ha revolucionado la información, sobre todo respecto a los audiovisuales, porque las videotecas que existían aquí eran muy pobres.
—¿Tienes miedo de que lo puedan prohibir?
—No, nosotros no nos metemos con ellos y ellos no se meten con nosotros. Mientras no les pongamos el dedo a ellos, no hay problema. Trabajamos con licencia de vendedor de discos, porque estas pueden ser para los productores también. Por lo menos a mí nunca me han dado un toque de atención, nunca me han dicho nada. Tampoco ha venido a vernos un inspector, ni el DTI. Además, ellos saben dónde radicamos. Nos gustaría legalizarnos, pero es imposible pues, ¿quién le hace competencia al ICRT? Tendríamos nuestro propio canal: Canal Habana, Cubavisión y DeltaVisión. Comenzaría a producir diferente, a pensar diferente, a ampliar las posibilidades del paquete. En los medios de prensa nacionales, universidades, centros investigativos, entre otros espacios, se debate constantemente sobre el éxito de El Paquete. Su diversidad de contenidos, unido a la baja calidad, en general, de la programación de la televisión cubana, así como el difícil acceso a internet por parte de la población, son algunas de las razones por las que se le atribuye tanta popularidad.

Para algunas producciones cubanas, El Paquete es una de sus principales vías de distribución. Por ejemplo, Danys considera que el éxito que ha alcanzado en la juventud la revista de farándula Vistar Magazine se lo debe en parte a El Paquete. Muchos músicos acuden a este mecanismo para posicionar su obra en la población, ya sea mediante las canciones o videoclips. También realizadores cinematográficos, a la espera de un mejor canal de difusión, colocan sus obras allí.

De un tiempo acá han salido a la luz algunas figuras de El Paquete. El más popular quizá ha sido Elio el Transportador, quien se ha convertido en la cara oficial de este producto en Cuba. Tras un tiempo con bajo perfil, Danys también ha decidido aparecer públicamente. Está molesto porque otros le “están robando el crédito”, y desea que su trabajo deje de ser visto como algo underground, ilegal. En la entrevista que le realizó Vox el año pasado, hacían ver El Paquete como una mafia. Eso le incomoda, y quiere cambiar esa imagen.
—¿Perspectivas futuras?
—Al final El Paquete es una página web offline. A nosotros nos comparan con Netflix, con Amazon, con Hulu, porque ellos son un paquete. Queremos hacer nuestras propias producciones, ahora no podemos porque no tenemos el dinero, pero nos estamos aliando con otras productoras. Por ejemplo, hace poco me entrevistaron de un canal francés que se llama France 24. Ellos quieren realizar una serie de programas sobre los franceses que viven a lo largo de la isla, y les pareció que El Paquete podía ser una buena vía para distribuirlo por Cuba. Si se materializa, esa podría ser nuestra primera producción. Tener nuestras propias producciones y seguir ampliándonos son importantes perspectivas.

Con la expectativa de crecer cada vez más como marca, Danys sigue trabajando en su casa de Centro Habana, donde junto a un puñado de colaboradores tiene a un país entero consumiendo casi todo lo que se pueda copiar en una memoria.

Este peculiar negocio, además, se ha convertido en una fuente de ingresos para miles de personas en todos los rincones del país. Leyes contra la piratería o un amplio acceso a internet podrían barrer de un plumazo El Paquete, pero Danys se muestra incrédulo ante estas amenazas, convencido de que, si esto ocurriera, encontrará la forma de mantener con vida su negocio.UC

 
blog comments powered by Disqus