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Número 33 - Abril de 2012     

Artículos
Botero

En 1984 un torero rosa de Fernando Botero, envuelto por un toro soberbio, sirvió como cartel de las corridas en la ciudad. Ya Botero era un artista de carteles, de coleccionistas avezados, de alcaldes. Dos años más tarde llegó La Gorda y ya lo conocía toda la ciudad. Tres retratos: uno harto de sus mascotas, uno cansado de sus facturas y otro que lo contempla con la pluma.

 

 

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