|  Como lo prometido es deuda,               continuamos con la historia               conversada del arquitecto Rafael               Ortiz (la primera parte apareció               en el número 1 de UC). Esta vez               arrancamos el recorrido desde la               carrera Córdoba con la avenida La               Playa.
 1. En una antigua casa que había en               la esquina noroccidental se fundó el               manicomio, que después fue trasladado               a Aranjuez por orden de Recaredo               Villa. Y a principios del siglo XX               en esa misma esquina se construyó               otro manicomio: el Palacio de Bellas               Artes o Escuela de Bellas Artes. 2. Al frente, en la esquina nororiental,               quedaba la tienda de Epifanio               Mejía. Unos dicen que el escritor enloqueció               allí; pero otros, como José               Asunción Silva, dicen que allí contrajo               una melancolía infinita a causa               de numerosos problemas. Hoy la               tienda de Epifanio está dedicada a la               música y al trago, y se conoce como               la taberna Diógenes. 3. En la esquina suroriental, vivía (en               1879 más o menos) un hombre feo,               negro y bizco llamado Aquilino. Dicen               que era uno de los mejores caricaturistas               de la ciudad, pero no dibujaba               sino que tallaba las figuras en               madera, por lo común de guayabo,               naranjo o sauce. 4. Más allá de esta esquina, unos dos               o tres lotes hacia arriba por la quebrada               Santa Elena, quedaba la casa               de don Florentino González, padre               del muy nombrado Pacho Bola. Pacho               Bola viajó a Madrid para hacerse               torero, pero al llegar se encontró conque               ese era un oficio de carniceros y               de gente baja, y como la moda era la               aviación, y con tal de no perder semejante               viaje, eso se puso a estudiar.               Cuando regresó, Pacho Bola trajo esposa               y un avión. Lo armó, voló, pero               cuando llegó el momento de aterrizar               el viento lo tiró contra un alambrado,               y surgió el dicho: Pacho vola pero no               aterra. Sus descendientes se dedicaron               al teatro y fueron famosos como               Españita y la Abuelita Pacha. 5. Cuando iban a llegar los Hermanos               Cristianos a Medellín, en los años 80               del siglo XIX, les consiguieron una               casa que tenía frente por Córdoba,               por La Playa y por Girardot, o sea               que ocupaba nada más y nada menos               que media manzana, y lindaba               con la casa donde residía el propietario,               don Carlos Vásquez Latorre. Allí               pusieron los Hermanos Cristianos               el primer colegio, que era gratuito y               subvencionado por el gobierno departamental.               Y de allí salieron para               una casa de la carrera Bolívar con               Caracas, donde fundaron el Colegio de San José, que posteriormente ocupó               casi toda la manzana. 6. Muy posteriormente, dentro del               mismo lote al que llegaron los Hermanos,               ya caída la vieja casa, funcionó               la zapatería de Chelo, célebre por               alcahuetear, en la misma cama donde               dormía, las aventuras de los jóvenes               del barrio con las sirvientas. 7. En estos dos lotes vivían dos hermanos               González Valencia; uno de               ellos, Ramón, fue quien sucedió al               presidente Rafael Reyes y gobernó               entre 1909 y 1910. Cuentan que para               poder estar pasando de una a otra               casa durante una visita presidencial,               los hermanos mandaron construir un               rudimentario puente sobre la Santa               Elena, que primero cayó en el descuido               y después cayó del todo por               una crecida de la quebrada. 8. En una casa del cruce de la calle               Colombia con Girardot, esquina suroccidental,               vivió uno de los más               grandes avaros que ha tenido Medellín,               un señor Villa que al morir dejó               enterrado un inmenso tesoro, que               fue encontrado por los demoledores               a fines del siglo XX.               9.El ingeniero arquitecto belga Agustín               Goovaerts, encargado de la construcción               del Palacio Departamental               —hoy Palacio de la Cultura Rafael               Uribe Uribe— diseñó la residencia de               Alejandro Arango, de la cual todavía se conserva la parte de la fachada y el               cuerpo que da a la carrera Girardot.               Debe ser que Arango aprovechó su               relación con Goovaerts mientras fue               el administrador de la construcción               del Palacio Departamental. Hoy funcionan               en esa casa algunas dependencias               de la Universidad Cooperativa               de Colombia. 10. Todavía se conserva este café que               a muchos estudiantes de la Universidad               de Antioquia y de otros establecimientos               nos trae apreciados               recuerdos, pues allí se discutían los               resultados de cada examen de bachillerato               o de carrera y se celebraban               con copas. 11. Ahí está la Escuela de Derecho,               con tantos pergaminos como la antigua               Escuela de Minas, por la magnitud               de los juristas que formó y la               patria que ellos hicieron desarrollar. 12. Cuando el General Santander y               José Félix de Restrepo crearon la Universidad               de Antioquia, el Antiguo               Colegio Real quedó partido en tres               lotes: el que corresponde a la Universidad               de Antioquia, el de la Iglesia de               San Ignacio y el del Colegio de los               Jesuítas, que era de los dominicos.               El lote de la Universidad de Antioquia               guarda muchas historias; por               ejemplo aquella de los tiempos del               gobernador Tomas Rengifo que convirtió               el lote en polvorín de sus ejércitos,               la iglesia en un muladar donde dormían las catiras con los soldados,               y el colegio en un cuartel. 13. En los años 30 del siglo XX, en la   esquina suroccidental del cruce de   Girardot con Pichincha, el gobierno   departamental creó el Instituto Pascual   Bravo para la enseñanza de mecánica   y carpintería artesanal. Posteriormente   allí mismo se fundó la   Escuela de Administración y Finanzas   de la Universidad de Antioquia,   más tarde Facultad de Economía. 14. La Cárcel de Mujeres funcionó   durante mucho tiempo en lo que   hoy son las Torres de Bomboná, ocupando   la mitad de la manzana limitada   por la carrera Pascasio Uribe   y las calles Pichincha y Bomboná.   Era administrada por las Hermanas   de la Caridad, y ya en esa época se   hacían cursos de rehabilitación para   las presas (oficios domésticos, corte,   bordado, costura, etc.). Cuando la   cárcel se trasladó para el barrio San   Javier, el doctor Antonio Mesa Jaramillo   ocupó el edificio con lo que se   llamó Estudios Generales de la Universidad   de Antioquia, una especie   de bachillerato tipo norteamericano,   y Graciliano Arcila creó en el mismo   local, en la esquina suroccidental,   cruce de Pascasio con Pichincha, el   Museo Etnológico de la Universidad   de Antioquia. Mucho después, cuando   se inauguró la ciudad universitaria,   el Instituto de Crédito Territorial   construyó allí el ambicioso proyecto   Torres de Bomboná. |