"¡Dios mío! ¡Miren esos dragones!", gritó por mamar gallo Zach Galifianakis con un porro prendido en la mano durante el show de Bill Maher, transmitido en vivo por HBO.
"Ese es mi punto", continuó ya más calmado el actor y comediante greco-gringo, "eso, que uno ve dragones, es lo que la gente cree todavía de la marihuana".
Faltaban cuatro días para la votación de la Proposición 19 y Galifianakis parecía ser la primera persona que fumaba marihuana en vivo por la televisión nacional gringa. Desde entonces ha habido un debate sin resolver sobre si era marihuana de verdad o sólo clavos, pero el hecho ya estaba fumado.
El 2 de noviembre la Proposición 19 perdió por 4 puntos, pero lo que logró, el porro de Galifianakis, la adhesión de Danny Glover, Puff Daddy, y decenas de celebridades más, y un cubrimiento de medios nacional sin precedentes, tiene a muchos seguros de que en el 2012 la marihuana será totalmente legal en al menos un estado de la Unión.
Antes de hablar de lo que viene, un par de palabras sobre lo que fue. La Proposición 19, presentada y financiada en un principio por Richard Lee, el dueño de Oxterdam, "la universidad de la marihuana"; un dispensario de marihuana medicinal, centro cultural, y, sí, universidad sobre la bendita yerba. Lee, un tipo parecido a Hunter Thompson pero con mucho más pelo, le sacó la piedra a todo el movimiento pro legalización de la marihuana en E.U. por salir solo a proponer la Proposición 19. De esto se habla sólo en voz baja en los corrillos de prolegas gringos, pero desde hacía un año antes de las elecciones, cuando la 19 ya estaba aprobada, hubo duros debates dentro de las tres organizaciones más grandes pro reforma, NORMAL (National Organization for the Reform of Marihuana Laws), MPP (Mariahuana Policy Project) y DPA (Drug Policy Alliance), para ver si apoyaban o no la salida loca de Lee.
NORMAL, MPP y DPA sí habían hecho la tarea juiciosa y sabían que en el 2010 cualquier referendo para legalizar tenía las cosas en contra. En primer lugar, sería en una elección legislativa, típicamente baja en votantes jóvenes y votantes progresistas. Segundo, todavía no había el suficiente momentum para juntar la plata necesaria para garantizar la victoria (Lee proyectó recoger $20 millones y sólo logró $4 ). Tercero, sabían que la Proposición 19, como había sido redactada por los abogados de Lee, dejaba muchos huecos, como por ejemplo hacer opcional la legalización para cada condado.
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Pero con la Propuesta 19 aprobada para ir a las urnas, los medios encima, y el mundo mirando como California "votaba para legalizar la marihuana", era imposible reparar en sutilezas e irse en contra del referendo. Y como sin querer y a media marcha, terminaron todos haciendo campaña en un momento difícil, destinado a ser una primera derrota.
Por eso, y ahora sí mirando para adelante, tipos como Aaron Houston, el director de SSDP (Students for Sensible Drug Policy) la organización de estudiantes prolegas más grande de E.U., (y de la que, valga la aclaración, yo hago parte), dice siempre, "No es cuestión de si va a ser legal o no, sino de cuándo".
Houston es un poco fanfarrón, pero yo siempre caigo en sus encantos emotivos y le pregunto emocionado, "¿Cuándo, a ver, diga cuándo?" "En el 2012, chino, póngale la firma", me responde (me tomé un poco de libertad emotiva en la traducción).
Con un poco de perspectiva se ve que el trabajo para legalizar la marihuana en E.U. no ha sido de un día para otro. Desde el 96, cuando California fue el primer estado en legalizar la marihuana medicinal, hasta hoy 13 nuevos estados y el Distrito de Columbia se han sumado a la medida para abrirle paso a la yerba como medicina. Esto ha ayudado a cambiar la percepción de millones de ciudadanos hacia la sustancia, tanto que casi un 70% de los gringos está de acuerdo con que se use para curar dolencias varias.
Lo próximo es pasar de la medicina a la golosina, digamos. Cambiar el discurso hacia la marihuana para presentarla como una sustancia de uso recreativo relativamente inofensiva, convencer al menos al 4% de las personas que se opusieron a esa perspectiva en California. Y en eso ciertamente la Proposición 19 deja muchas lecciones. Menciono dos fundamentales: la primera es que hay que aprender a hablarles a los latinos, quienes le tienen pánico a la legalización; la segunda es que hay que ser más persistentes en mostrar que los usuarios de la bareta como golosina frecuente no son tan peligrosos.
Quedan dos años para que "¡dios mío, veo dragones!" sea una frase que menos de la mitad de las personas de Colorado o California —los dos estados donde es más posible que se presente un nuevo referendo— considere posible en la boca humeante de quien acaba de fumarse un bareto. Y en el 2012, con todo el movimiento trabajando junto, con Obama apostándole a la reelección y con un discurso más pulido, la marihuana legal muy probablemente deje de ser una alucinación.
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