Se trata de una publicación ilustrada que resulta de una serie de derivas por la ciudad en busca de diversos tipos de antejardines, identificando su diversidad botánica y las diferentes creaciones y apropiaciones de los objetos que también hacen parte de estos espacios. Los antejardines son escenarios alrededor de los cuales se construyen lazos sociales, se intercambian y se ponen en práctica conocimientos sobre las plantas y los objetos, y se constituye una posibilidad fundamental para la contribución de la ciudadanía a la mejora del hábitat, la diversidad botánica y el paisaje urbano. Proyecto ganador de la Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2018, de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín.
La arboleda de Neftalí
A mí me parece que esto es vida. Esto lo considero yo como los pulmones de mi casa...
(Entrevista a Neftalí Hernández, El Salvador, septiembre de 2018).
La familia de Neftalí llegó a El Salvador hace 60 años. Él nació, creció y se casó en la casa ubicada en el lote que aún habitan. Fue su tío quien inició la construcción y años después su madre le regaló “el aire” del tercer piso para hacer su propio apartamento. Inicialmente el frente de su casa era solo cemento y servía de parqueadero para su volqueta. Con la intervención de la carrera 34 se ampliaron algunos andenes aledaños y fue cuando le dejaron el espacio perfecto: Ahí mismo yo dije “voy a empezar a sembrar mi jardín”.
La banca naranja - En principio eran dos mesas redondas donadas por una vecina: de allí sacó el material. El tiempo destinado para la fabricación fueron dos tardes, entre las 2 y las 5; con la ayuda de sus propias herramientas, serrucho, taladro y almadana, se dedicó a construir la banca con espaldar para dos personas. Ésta no está ahí para uso exclusivo de Neftalí o su familia. Desde que el nuevo código de policía acabó con los asaditos y los sancochos en la calle, en los que el mueble naranja era protagonista, los momentos de mayor disfrute para el propietario y fabricante de este artefacto son aquellos en que puede ver a través de su balcón a personas que, cansadas de caminar, encuentran bajo la sombra de su arboleda un lugar de alivio y reposo.
Las plantas - Una cheflera (introducida de Oceanía) de casi 8 metros es la que corona este antejardín, seguida por unas palmas que Neftalí trajo desde Laureles y un arbusto, muy común en los antejardines de Medellín pero originario de Centro América, llamado manto rojo. Éste se caracteriza por sus flores rojas vistosas que atraen muchos insectos y aves, y por su rápido crecimiento, tanto, que hace tres años era tan solo un pedazo de palo que le regalaron “sin raíz ni nada” y que hoy da sombra a la banca naranja. Y es que cada planta tiene una historia de procedencia diferente, desde El Carmen del Viboral hasta anónimos que le dejan matas en bolsas: “Yo veo una mata por ahí así, en un basurero, una matica con un matero quebrado ahí mismo la cojo y aquí viene a dar” dice.
Antejardín ubicado en el barrio El Salvador, Comuna 9 - Buenos Aires.
Ilustración Gabriel Duque