Número 17 - Octubre de 2010
JUEGO DE NIÑOS La silueta imaginada de las armas se confunde con el fondo blanco del papel y hace que la mancha de la acuarela se detenga. La cara de los niños preparados para el retrato, su alarde inofensivo, la forma difusa de las armas debería ser suficiente para que pudiéramos verlos empuñando un helado o un regalo de feria. Pero el gesto es definitivo así la mano infantil parezca contradecirlo. En el otro bando están los niños aturdidos. El estruendo que los hace tapar sus oídos puede ser el de las ciudades de hierro, las estaciones de tren o los estadios repletos. Pero ya están citados a una especie de duelo. Sus contrapartes con los ojos entrecerrados nos obligan a ver el sencillo desplante infantil como una conmoción. Las imágenes, que vistas por separado serían apenas una anécdota familiar, que llenan los álbumes virtuales que los padres van arrumando en las redes sociales, se juntan convertidas en acuarelas para obligarnos a componer una secuencia no libre de amenazas. En la parte superior de la hoja, en la huella que han dejado las pruebas de color, podemos adivinar el orden en que fueron compuestos cada uno de los personajes.
Juego de niños. Cristina Castagna. Primer Puesto. Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia 2009. Artes Visuales.