Síguenos:




Número 9 - Febrero de 2010  
(La edición N°9, está en proceso de montaje, por lo pronto  mostramos este artículo)  

Artículos
Un país enfermo de SGSSS
Samuel Andrés Arias
 

La emergencia social en salud en Colombia comenzó hace 17 años. En 1993, el Banco Mundial publicó su informe anual titulado Invertir en salud. El texto hacía un amplio recuento de la situación sanitaria del mundo y mostraba la imperiosa necesidad de inyectar dinero al sector; sin embargo, lo que parece una sensata y loable recomendación no se relacionaba con mayores recursos para hacer frente a las principales enfermedades y problemas de salud del mundo, sino a la necesidad urgente de generar un nuevo mercado, en convertir la salud, lo que alguna vez fue un derecho humano, en una mercancía.

Como siempre, nosotros los colombianos, tan obedientes como hemos sido con las directrices de los organismos financieros multilaterales, hicimos rápido la tarea. Ese mismo año el honorable senador de la república Álvaro Uribe Vélez fue ponente de un proyecto que revolucionaría el sector en Colombia y que luego todos conoceríamos como la Ley 100.

A partir de ese momento el país renunciaba a tener un sistema de salud y lo reemplazaba por un Sistema General de Seguridad Social en Salud –SGSSS– (hasta la sigla parece el nombre de algún terrible germen), donde la estrategia que prometía garantizar la salud de los colombianos era un seguro médico. Esto significa que por un porcentaje de su salario, usted se hacía acreedor a un limitado paquete de servicios (eso que llaman Plan Obligatorio de Salud –POS–) que cubrirían "todas" sus necesidades en salud. Pero, no todo el mundo tiene un trabajo estable y puede pagar el seguro. No se preocupe, una porción de su cuota sirve para que la gente pobre también sea asegurada, ah, eso sí, no con los mismos servicios, a gente de segunda, un plan de salud de segunda, o más elegante "POS subsidiado". Bueno, ¿esa platica y esos servicios quien los administra? ¡Ajá! Ahí está el secreto del éxito, ahí está el broche de oro de la tarea que pidió el Banco Mundial: una aseguradora con nombre falso y rimbombante: Empresa Promotora de Salud, una EPS. Ellas, al igual que cuando usted estrella el carro, son las encargadas de decidir qué, cómo, cuándo y bajo qué condiciones se prestan los servicios de salud. Bueno, en teoría eso debería ser estándar, pero por supuesto, entre menos servicios preste o entre más baratos sean, más ganancias tendrán como empresas. El problema es que en este caso no son autos averiados, son enfermedades de seres humanos, cuya salud no depende sólo de que lo vea un médico, sino de cómo se garantizan las condiciones políticas, sociales, ambientales, económicas, etc., que hacen que una persona o una comunidad goce de buena salud; eso que alguna vez se llamó salud pública, la salud de todos; que ya no existe y que no cabe dentro de un sistema de aseguramiento.

Siempre he insistido en que la Ley 100 es un esquizofrénico monstruo de Frankenstein. Al igual que la bestia creada por Mary Shelley, la atención de salud en Colombia es la suma de un montón de partes mutiladas que difícilmente pueden ser organizadas con coherencia. Por eso, es feo, ineficaz, se le ven las costuras, y aunque desee hacer el bien, le es imposible, porque la suma de sus partes lo hacen un engendro malévolo. Un buen amigo y salubristas cartagenero, Nelsón Albis, me lo dijo de una manera más elegante en diciembre pasado: "el sistema de salud nuestro segmenta las poblaciones y fragmenta las atenciones". ¿Cómo así? Lo voy a explicar contándoles cómo esa terrible enfermedad llamada SGSSS mató a mi tía Emma.

Mi tía Ema murió hace un quinquenio. Dos años antes se había trasladado de Ramiriquí, un pequeño pueblito boyacense, a Bogotá. Cuando llegó a la ciudad comenzó a perder rápidamente peso y a sufrir de unos terribles dolores de barriga. Siempre fue una mujer pobre, y esa condición la hizo merecedora en el pueblo de un bonito carné que le permitía acceder a los servicios del hospital que serían cubiertos por una aseguradora que recibiría un pago mensual de parte del Estado. En Ramiriquí nunca lo usó, pero cuando se mudó a Bogotá y se enfermó ya no le servía, tenía que volver a hacer los trámites y volver a demostrar que era pobre y vecina de la ciudad. Eso significó que, cada día, más débil, debía rodar por varias oficinas, hacer largas colas, hasta que al fin lo obtuvo y pudo pasar, luego de varios meses, a consulta médica para que le mandaran un tratamiento banal que no la mejoró en nada.

Un país enfermo de SGSSSEl sistema es insostenible financieramente desde su concepción, sobre todo por el inmenso gasto en la inútil e ineficiente intermediación de las EPS, algunas de las cuales han logrado multiplicar su capital en los últimos años

 

 

Consultó de nuevo, seguía mal, muy mal, hasta que un médico que trabajaba por la salud de sus pacientes y no por la salud financiera de su patrón, cometió el pecado por el que hoy –con los nuevos decretos de la emergencia social– podría ser sancionado, de mandarle las pruebas que requería. Tenía cáncer de colon y estaba jodida, tenían que operarla pronto o moriría. Ese resultado significaba que tenían que verla otros especialistas y hacerse otros exámenes. Para cada atención tuvo que solicitar (léase rogar) una autorización a la EPS y esperar otros tantos meses más para cada atención. Resultado final: Emma del Carmen Arias murió. El certificado de defunción dice que la mató el cáncer, pero a mí nadie me quita de la cabeza que la causa básica de la muerte fue el SGSSS.

Todos en este país tenemos una historia como esta que contar. Todos los colombianos estamos infectados desde hace 17 años con el SGSSS y hemos desarrollado una perversa inmunidad a la enfermedad. Hoy día somos incapaces de pensar un sistema que garantice la salud como derecho humano, creemos que el aseguramiento y sus profetas, las EPS, harán de Colombia un país saludable. ¡Qué gran mentira!

Por eso los recientes decretos expedidos bajo el amparo de la emergencia social son absurdos. Son nuevos parches para mostrar el monstruo renovado. Los justifican en que los recursos del sistema son insuficientes para garantizarle la salud a los colombianos, cuando realmente lo que hay detrás es que este sistema es insostenible financieramente desde su concepción, sobre todo por el inmenso gasto en la inútil e ineficiente intermediación de los aseguradores, algunos de los cuales han logrado multiplicar su capital en los últimos años. Seamos claros: árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza.

Está bien, aceptémoslo por un momento. Los recursos del sistema de salud son escasos y se requiere una declaración de emergencia social. Sin embargo, la pregunta es: ¿acaso los de educación son abundantes, los de vivienda digna, los de saneamiento ambiental? No seamos ilusos. La emergencia social sólo tiene sentido para garantizar la sostenibilidad financiera de las EPS como intermediarias, no como estrategia para garantizar el derecho a la salud de los colombianos.

El monstruo está vivo, maquillado y renovado, pero ahora más que nunca, es peligroso.

 

Samuel Arias es médico epidemiólogo y narrador. Profesor de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.

 

Un país enfermo de SGSSS

  Name
  Email
  Comment
Imagen CAPTCHA
Enter the code shown above

This industry, while often shrouded in social stigma, operates within a framework that emphasizes discretion and professionalism, underscoring a commitment to ensuring the safety and satisfaction of both clients and escorts alike. Escorts Lahore

Escorts Service In Lahore  17/dic./2024 04:22:

thanks you for this Varanasi Call Girl

Dipati  17/dic./2024 04:15:

baner-call-girls wakad-call-girls

rubika  16/dic./2024 01:13:

必利勁藥局 持久藥推薦 必利勁使用心得 威而鋼怎麼吃 威而鋼副作用 希愛力副作用 威而鋼一顆多少錢 增大丸 必利勁療程 日本藤素屈臣氏 威而鋼怎麼買 犀利士禁忌 美國黑金那裡買 沒有副作用壯陽藥 威而鋼網購 吃威而鋼死掉 早洩吃威而鋼 日本藤素每天吃 喝酒必利勁 必利勁空腹 必利勁效果怎麼樣 希愛力效果 必利勁可以每天吃 必利勁療 必利勁使用心得 必利勁作用原理 威而鋼頭痛 影響犀利士 犀利士怎麼吃 必利勁藥效 必利勁藥理 早洩藥物 必利勁的抗藥性 希愛力用法 雙效犀利士心得 希愛力副作用 藍色小藥丸使用要點 威而鋼喝酒 威而鋼高山癥 威而鋼心臟病 犀利士偽藥危害 犀利士服用方法 犀利士功效作用 犀利士禁忌 喝酒日本籐素 日本籐素每天吃 高血壓患威而鋼 美國黑金的成分 必利勁使用心得 必利勁每天吃 韓國奇力片效果 壯陽藥傷身 為什麼服用壯陽藥 日本籐素禁忌 威而鋼什麼時候吃 威而鋼哪些人不能吃 希愛力用法 希愛力副作用 希愛力心得 希愛力禁忌 希愛力藥效 必利吉使用方法 必利吉副作用 威而鋼可以吃到幾歲 威而鋼服用方法 犀利士5mg吃多久 犀利士5mg副作用 威而鋼怎麼吃 吃威而鋼中風 樂威壯威而鋼哪個比較好 生精片副作用 生精片是什麼 一炮到天亮副作用 犀利士5mg吃多久有效果 犀利士5mg吃多久才見效 威而柔使用方法 威而柔使用心得 犀利士5mg吃兩顆 犀利士5mg效果 犀利士5mg副作用 犀利士5mg需要每天吃 樂威壯使用心得 必利勁用法 必利勁真的有效

washjavierp  16/dic./2024 04:14:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 ...
Universo Centro