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Número 05 - Septiembre de 2009   

Byron White
El Parque de Bolívar
y de los ricos

Conversando con el arquitecto e historiador Rafael Ortiz, y esculcando por los rincones del centro de Medellín, llegamos al Parque de Bolívar, el célebre, el de la basílica, la fuente luminosa, la heladería San Francisco, los shows de Danny, el restaurante La Estancia, el Sanalejo mensual, la retreta dominical, el retrete diario…
 

Byron White1. Tyrrel Moore no sólo regaló los terrenos para el Parque y la Basílica sino que fundó alrededor la urbanización Villa Nueva, a la que se mudaron muchos ricos de la ciudad, en casas tan notables como ellos. Precisamente el señor Moore construyó la suya en plena esquina suroriental, en el cruce de Caracas con Junín.
Cansado de las habladurías parroquiales, Moore decidió coger el camino de Bogotá y entonces rifó su vivienda (valor de la boleta: 100 pesos; no sabemos de cuántas cifras eran ni cuántas vendió, por lo que tampoco sabemos si hizo un negociazo o perdió plata). Quien sí ganó fue un señor Velásquez, que se pasó a vivir al exclusivo Parque.

2. La primera casa en llamar la atención (y que aún está en pie) fue la de Pastor Restrepo. Y llamó la atención desde el principio porque el mismo don Pastor se encargó de la ejecución de los planos de los alumnos de la Escuela de Minas y él personalmente trajo de Australia las semillas de eucalipto que sembró en el Parque. Dicen que esos eucaliptos (que aún existen) fueron los primeros en Colombia.
Cierta vez que visitó la ciudad una importante compañía teatral europea, don Pastor, siendo persona tan respetada y tan católica, cayó, junto con la actriz principal, bajo los efectos del amor. La curia aguafiestas, viendo el tórrido romance, consiguió que no se le prestara el Teatro Bolívar a los artistas, y en desquite don Pastor construyó en el patio de su casa (en lo que hoy es el restaurante La Estancia) un teatro, que bautizaron Teatro de Tablas; allí la compañía funcionó hasta que el público dejo de responder, y entonces regresó a sus tierras y regresó el patio a la casa.

3. Enseguida de la casa de Pastor Restrepo, hacia el norte, se ve una casa de Carlos J. Echavarría (la segunda construida por él), vendida a un anticuario de apellido Uribe quien a su vez la vendió a Hernando La Nanda Echeverri, dueño de la joyería Tahití.

4. La Nanda incorporó a la casa un hotel que servía a la organización que realizó varios festivales de homosexuales. Estos eventos se originaron en el festival de Ancón (1970) y a ellos venía gente de México, Estados Unidos, Panamá y Venezuela, así como artistas famosos de la categoría de Toña la Negra, Pedro Vargas, etc. Las boletas alcanzaban los 50.000 dólares por tres días de fiesta garantizada, con compañía, licores y vivienda incluidos. Cuentan que el éxito de estos festivales fue tan grande que, además del hotel de La Nanda, el Nutibara y el Europa Normandie tampoco daban abasto con la clientela.
Luego de que La Nanda murió trágicamente a manos de Tarzán, su amante, que le robó y luego desapareció, en esa casa se instalaron, y allí permanecen, las oficinas de una compañía funeraria.

5. La de doña María Josefa Misas de Echavarría fue durante mucho tiempo el prototipo de la casa española mezclada con la arquitectura paisa; hasta que fue demolida para construir un par de edificios figuró en revistas de la categoría de Life y sirvió de sede a un club social.

6. Lindando con esta casa por el costado sur, donde hoy se erige un edificio multifamiliar, estuvo una que fue sede del Colegio Mayor de Antioquia hasta que el Gobierno le adjudicó la sede actual de Robledo.

7. Casa de don Pedro Estrada, un personaje tan rico que no había día en que no llegara un religioso a pedirle, con éxito, plata para obras benéficas.

8. Aquí vivía un señor Moreno que, por desgracia, tenía un hijo calavera que malbarataba todo lo que le daban y lo que conseguía vendiendo al escondido las porcelanas de la casa. Dicen que cierto día la mamá lo pilló saliendo a las cinco de la mañana con un lujoso reloj de base y le dijo molesta: ¿Para dónde vas con eso? A lo que el zángano respondió sin espabilar: Mamá, es que este reloj se está atrasando y lo voy a cambiar por el de la Basílica.
Cuando el señor Moreno murió su hijo estaba en Nueva York, y al llegarle el telegrama que le decía "Su papá pasó a mejor vida", no demoró en contestar: "Yo también".

9. En la casa de la esquina nororiental que iba de la carrera Sucre al Parque, vivía don Emiliano Álvarez, persona muy preocupada por promover las sociedades de Sonsón, su tierra, pagando los estipendios para que los promocionaran a obispos y monseñores. En el primer piso, sobre la carrera Sucre, en toda la esquina, había un apartamento que era famoso en Medellín porque allí se reunían varios grupos serenateros, esperando a los novios que querían arreglar una disputa o celebrar un onomástico.

10. Propiedad de una familia Arango Fonnegra, al frente de la casa de don Emiliano está uno de los primeros edificios de apartamentos que se construyeron en Medellín (a principios de los 30). En el primer piso, el sordo Jaramillo estableció la Heladería Santa Clara, adonde llegaba todos los días por la mañana don Pablo Tobón Uribe a tomarse una limonada que le salía siempre gratis: Pedía un vaso de agua, luego pedía que le regalaran un limón y lo exprimía, y como en todas las mesas había azucareras, le echaba dos o tres cucharaditas y listo. Eso sí, daba las gracias.

11. Casa del doctor Juan de la Cruz Posada, emblemático personaje de la antigua Escuela de Minas y miembro de innumerables juntas industriales. Al morir sus herederos partieron la casa en dos; en una parte construyeron el Teatro Lido (obra de Vásquez Vieira Dothe arquitectos), que durante mucho tiempo fue el mejor cinematógrafo de la ciudad; y el resto de la casa fue convertida en viviendas y locales comerciales. En la faja habitacional que quedó, siguiendo la tradición que nació cuando estaba completa, los antiguos alumnos de la Escuela de Minas celebraban el baile tradicional de coronación de la reina en sus festejos anuales.

12. El Café Ideal, que más tarde fue el Café La Macarena, tatuado en la mente de los estudiantes como un complemento básico. En tiempo de clases, el Café Ideal y el Monserrate eran los centros de estudio nocturno, y sábados y domingos y en vacaciones, los lugares donde se organizaban las fiestas a Lovaina y Guayaquil.UC

CORRECCIÓN
Un error se cometió en el número anterior (4). Los demonios de Maxwell junto con la complicidad de Descuido trastocaron los nombres, y así debió haber salido:

7. En estos dos lotes vivían don Miguel Vásquez, gobernador de Antioquia, y su hermano. Cuando llegó a la ciudad Ramón González Valencia, quien fuera sucesor del presidente Reyes y gobernante entre 1909 y 1910, cuentan que para estar pasando de una a otra casa durante la visita presidencial los hermanos mandaron a construir un rudimentario puente sobre la Santa Elena, que primero cayó en el descuido y después cayó del todo por una crecida de la quebrada.

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